Rebaja de las tarjetas de PS Vita... en EEUU y por tiempo limitado

Supongo que la alegría os habrá durado lo justo de llegar leyendo a los puntos suspensivos del titular. El caso es que no se sabe ahora mismo si esta necesaria rebaja de las tarjetas de PS Vita se quedará en EEUU o cruzará el charco hasta nuestro territorio.

Cuando Sony anunció que su consola portátil necesitaría tarjetas de memoria exclusivas y que en principio serían ellos los únicos fabricantes, todos supimos que el invento saldría caro. Se suponía que tras un año en el mercado se permitiría a otros distribuidores la fabricación de dichas tarjetas, lo que derivaría en una guerra de precios que solo podía beneficiar al usuario de Vita. Pues por ahora, nada de nada.

Sony apuesta fuerte por Playstation Plus (ahora mismo está más barata su suscripción anual), de hecho la llegada de este a Vita ha disparado la venta de tarjetas. Como podréis imaginar, se trata de un efecto directo de la colección instantánea de juegos gratuitos disponible con el servicio. El caso es que ese aumento en las ventas lo sera aún más con la rebaja que ofrecen de forma limitada desde la tienda online de la compañía en EEUU. La cosa estaría así en estos momentos: las de 4 gigas a 15’99 dólares, las de ocho gigas a 23’99 dólares y las de 16 gigas a 47’99 dólares. ¿Las de 32 gigas? no busquéis que ya no queda ni una.

Si lo pensáis un poco, el precio actual de las tarjetas, por lo menos las de capacidades más bajas, no resulta actualmente exageradamente caro (además ahora vienen en algunas ediciones con juego descargable de regalo). Solo tenéis que recordar cuánto costaba una memory stick de un giga hace siete u ocho años, cuando salió PSP. Todavía tengo pesadillas.

Es de esperar que el experimento llegue por estos lares, que los usuarios de PS Vita necesitan alegrías en todo el mundo, no solo en EEUU. A mí a estas alturas me da un poco igual, la verdad. Tengo dos tarjetas de 32 gigas llenas de juegos de PSX, PSP y de la propia Vita. Soy un enfermo, lo sé. Para servidor ya no hay salvación, el resto, que cruce los dedos.

Fuente: VidaExtra